Creé una colección de joyas dictada más por el sentimiento que por la razón. La memoria, las emociones fuertes y la pasión por el vidrio que me transmitió mi padre Ulderico Moretti me inspiraron. Esa misma pasión que, en los años 70 del siglo XIX, trajo mi bisabuelo, Vincenzo Moretti, para reproducir la técnica del vidrio murrino.